23 nov 2006

¿Vida o teatro? - La historia de Charlotte Salomon

¿Vida o teatro? es el libreto para una opereta hecho con pinturas acompañadas de textos y pautas musicales. La historia es autobiográfica e inicia cuando se conocen los padres de Charlotte Salomon y termina en 1940, cuando deprimida y cansada de huir en compañía de su abuelo, se enfrenta a una crisis que le obliga a tomar una decisión frente a su vida: o bien se suicida, como han hecho todos los parientes de la familia materna, o emprende algún proyecto excéntrico que le permita encontrar algo positivo en su existencia. De allí nace este libro.
Aquí he escogido unas pocas pinturas de las 769 que conforman la obra.























Autorretrato






















Banquete de boda de Albert (el papá) y Kranzisca (la mamá) - Nace Charlotte





















Franziska se suicida






















Charlotte toma clases de música






















Aparece Paulina, una exitosa cantante que será la futura madrastra de Charlotte.






















Charlotte toma clases de pintura






















Aumenta el partido Nacional Socialista






















Prohíben a Albert trabajar como médico en el hospital de Berlín.






















Entra en escena el músico Amadeus Daberlohn






















Daberlohn habla con Paulinka y le cuenta que estuvo enterrado durante varios días debajo de cadáveres en la primera Guerra Mundial. Allí perdió parte de su memoria. El músico ha desarrollado una serie de teorías artísticas a partir de su experiencia: el arte, dice Daberlohn, no puede existir por sí mismo, sino debe fluir de la vida; el arte no nace de formas externas sino del propio yo. En esa doble relación en que Daberlohn corteja a la madrastra y se vuelve amante de la hija, el músico aprovecha los ratos que pasa con ambas mujeres para inspirar su creación; a Paulinka, la impulsa a enriquecer su canto ya que, dice Daberlohn, cantar está más cercanamente atado a la vida que cualquier otra cosa, pues en el canto se dota el sonido con una expresión que revela los secretos más profundos del alma. A Charlotte la lleva a encontrarle un sentido a la pintura partiendo de que para amar la vida completamente probablemente es necesario abrazar y comprender su otro lado: la muerte.





















Daberlohn se vuelve amante de Charlotte.

















Aumenta la persecución a los judíos.





















Mandan a Charlotte al Sur de Francia para que allí se reuna con sus abuelos.





















Estando allí la abuela se trata de suicidar. Siguiendo las conversaciones que ha tenido con Daberlohn la nieta trata de convencer a la abuela que la vida es hermosa. And still there is joy, and still the flowers grow and still the sun shines.






















Finalmente la abuela se bota por una ventana. El abuelo cuenta a Charlotte que toda su familia materna ha sufrido de una depresión que los ha llevado siempre al suicidio. Charlotte inicia el libro.






















Estalla la guerra en Francia.





















El final del libro está contado sólo con texto y agradece a Ottilie Moore, una norteamericana millonaria que los refugió durante este tiempo a Charlotte y al abuelo. Charlotte murió en 1942 en el Campo de Concentración de Auschwitz.

2 comentarios:

Bloom dijo...

La creación literaria y plástica causada por Auschwitz, ya sea de aquellos que presentían lo que iba a suceder (como Salomón) o de aquellos que tuvieron que vivir el horror y sobrevivieron (llevándose los hornos en el corazón) como Wiesel y Levi, es fascinante pero aterradora. Especialmente porque todas estas obras son extremadamente cortas. Como si todavía tuvieran miedo que en cualquier momento llegaran los trenes y los perros (en el caso de Salomon, este era el caso). Esta brevedad punzante es para mí lo más angustioso del arte del holocausto: su inevitable urgencia.
Uno de mis favoritos es el poema de 19 palabras del Israelí Dan Pagis "Escrito con lápiz en el vagón sellado":

כתוב בעפרון בקרון החתום מאת דן פגיס
כאן במשלוח הזה/ אני חוה/ עם הבל בני/ אם תראו את בני הגדול/ קין בן אדם/ תגידו לו שאני

"Acá en este transporte/ yo soy Eva/ con mi hijo Abel/ si ven a mi hijo mayor/ Caín hijo de Adán/ díganle que yo..."

Esos tres puntos que en el hebreo no existen porque el poema simplemente puede volver al comienzo y seguir en un círculo sin fin (como las ruedas del tren) son lo más angustioso del mundo.

Anónimo dijo...

Ese poema es bellísimo y creo que tiene que también tiene ver con lo que le decía a Javier en una entrada anterior: finalmente cada hombre que sufrió el holocausto es un hombre universal... un ser humano que tiene un padre, o es un padre, que tiene una madre, que tiene un hijo... es decir es como si cualquiera de nosotros fuera simbólicamente en ese tren maltratado.
Con respecto a las obras de arte creo que son distintas las que fueron hechas después de que todo había pasado ya que los autores tenían más tiempo para una formulación más racional, a las hechas huyendo que son terriblemente honestas y viscerales (esto no implica que las otras no lo sean). Hay casos especiales, como el de Felix Nussbaum que estuvo en cautiverio en St Cyprien y se logró escapar; después de cuatro años huyendo fue capturado y enviado a Auschwitz.
No he mirado mucho este tema... es algo para estudiar. Gracias por el poema.